domingo, 18 de octubre de 2015

Bakemono no ko / The Boy and the Beast

Bakemono no ko (Mamoru Hosoda, 2015)
IMDB: http://www.imdb.com/title/tt4272866/

Póster japonés de "Bakemono no ko / The Boy and the Beast" 
Primera película de animación en la historia de la sección oficial del 63 Festival de Cine de San Sebastián.
 
Al morir su madre, separada, Kyuta queda desamparado. Mientras tanto, en Jutengai, el mundo de las bestias, Kumatetsu es un desastroso maestro sin aprendices que luchará por el puesto de gran maestro contra Iozen, el favorito. En una excursión de Kumatetsu por el mundo de los humanos, casualmente conocerá a Kyuta. Al principio el muchacho rehuirá el ofrecimiento de convertirse en el aprendiz o ayudante de Kumatetsu, pero al intentar perseguirlos acabará entrando en el mundo de las bestias. Allí presenciará una pelea entre Iozen y Kumatetsu y, al ver que todo el mundo está del lado de Iozen, decidirá convertirse en el aprendiz de Kumatetsu. Ambos establecerán una relación maestro-aprendiz que les unirá.

Bakemono no ko es una película de animación, muy cuidada, con elementos sobrenaturales pero sin abandonar el enfoque de corte realista. Dicho de otra forma, se encuentra más próxima a El Libro de la Selva (Wolfgang Rietherman, 1967) que a El Viaje de Chihiro (Hayao Miyazaki, 2001). Eso sí, se mantiene en el canon japonés de narración lenta y pausada, quizá llegando a pecar de metraje un poco largo, aunque no llega a hacerse pesada en ningún momento. Los personajes están ligeramente estereotipados, algo bastante habitual en el mundo de la animación, pero están bien definidos y tienen su propia personalidad.

Técnicamente es correcta, sin destacar, y aprovecha bien la libertad que da la animación sin excederse en las posibilidades. La línea básica de la historia es la que promete la sinopsis: una suerte de mezcla entre Karate Kid (John G. Avildsen) y la ya mencionada El Libro de la Selva. Afortunadamente, las relaciones entre personajes y su evolución están bastante trabajadas, consiguiendo una película más adulta y satisfactoria de ver. 

Sin llegar a ser una película mayoritaria, como prodían serlo las producciones de Pixar o, en menor medida, las de Studio Ghibli, tampoco presenta un caracter experimental o distintivo que permita etiquetarla como "película de festival". En ese sentido, el hecho de ser la primera película de animación de la historia en la sección oficial se puede considerar suficiente premio; aún siendo en conjunto mejor película que otras de las que participaron. Esperemos que no encuentre problemas para llegar a los círculos comerciales de distribución y que se pueda disfrutar de esta película que sí, merece la pena ver.

miércoles, 7 de octubre de 2015

High-Rise

High-Rise (Ben Wheatly, 2015)
IMDB: http://www.imdb.com/title/tt4206218/


Póster de "High Rise", muy en la línea de la ambientación de la película

En la sección oficial del 63 Festival de Cine de San Sebastián destacó esta película, que, sin ser la mejor en ninguno de los aspectos, a mí me pareció la que mejor cómputo global presentaba.

Película basada en la novela homónima de J.G.Ballard en el que el neurocirujano Dr. Laing (Tom Hiddleston) se muda al piso 25 de un novedoso rascacielos de apartamentos, construido por el arquitecto Anthony Royal (Jeremy Irons), que disponse de todas las comodidades posibles (piscinas, supermercados, etc.). Allí, buscará vivir una vida tranquila y disfrutar del anonimato. No tarda en conocer a otros inquilinos, entre ellos el documentalista frustrado Richard Wilder (Luke Evans), y comprender cómo está estructurado el edificio: las diferentes clases de la sociedad habitan en diferentes alturas del mismo. Pequeñas discusiones a veces absurdas y normalmente insignificantes irá provocando recelos. Algunos inconvenientes también aparentemente menores (como, por ejemplo, cortes de luz en la parte baja del edificio) empezarán a despertar odios entre los habitantes del edificio. Tras una rápida escalada, estallará el caos en una guerrilla de clases que acabrá desdibujando por completo la humanidad de los vecinos.

High-Rise es una película excelente que, en un flashback tras una primera escena descontextualizada pero claramente distópica, se limita a llevarnos por los acontecimientos que desembocan en ese futuro ya conocido. Aunque está ambientada en Londres en 1975, la película presenta una más que acertada atemporalidad.

Tras un segundo arranque que sugerirá un cierto paralelismo con El Quimérico Inquilino (Le Locataire, Roman Polanski, 1976), enseguida nos encontraremos con que la película recuerda más a la temática de Metropolis (Fritz Lang, 1927). Rodada magníficamente, y sin dejar de ser cine moderno y con claro recorrido en la distribución comercial, es capaz de incluir escenas puramente instrumentales, al más puro estilo de Koyaanisqatsi (Godfrey Reggio, 1982), que ayudan a completar esa sensación de "película bien hecha" y de que no se está viendo más de lo mismo. La ambientación y las interpretaciones están a la misma altura, por lo que es una película que permite al espectador introducirse en la historia de forma limpia y dejarse llevar.

Si tuviera que elegir una única película de las que he visto en el festival, sería ésta. Así que recomendable al 100%.