La
Isla Mínima (Alberto Rodríguez, 2014)
Otra
película que he acabado viendo en los
círculos comerciales pero que se pudo ver en el 62 Festival de Cine de San Sebastián
(premiere mundial en dicho festival, y donde ganó mejor fotografía y mejor actor).
La Isla Mínima trata de una película de cine negro, ambientada en la España de
principios de los 80, en la que dos policías (Javier Gutiérrez y Raúl Arévalo) de
ideologías contrarias son enviados a investigar la desaparición de
dos chicas adolescentes en un pequeño pueblo de las marismas de
Andalucía. No se trata de una película de poli bueno, poli malo
condenados a entenderse; rápidamente veremos cómo cada uno utiliza
sus medios para intentar llegar al fin común. La narración es muy
sólida y sin trampas al espectador, lo que siempre es de agradecer
en los thrillers policíacos. Los personajes, complejos, bien
desarrollados y en su mayoría ambiguos, están excelentemente
interpretados contribuyendo a la solidez de la narración. Hablando
de forma general, es una película que se ven de principio a fin sin
que en ningún momento se acuse falta de ritmo, metraje excesivo o
escenas superfluas.
En
cuando al apartado técnico, destaca especialmente por su fotografía.
La secuencia de créditos inicial se abre con coloridos planos
cenitales de diferentes marismas, resultando toda una declaración de
intenciones. Durante la película, los lapsos de tiempo son a menudo
representados con más planos cenitales alejándose de la escena que
contribuyen a la personalidad de la película. No se queda ahí:
sorprende la variación de planos, encuadres e incluso texturas: hay
una escena que salta del interior de un vehíclo al exterior,
quedando la cámara dentro y dejándonos sólo entrever la acción a
través de un parabrisas por el que corre el agua de la lluvia. Es un
gran exponente de ese tipo de lenguaje cinematográfico que está en
declive frente a la narración cómoda y directa popularizada por las
teleseries.
La
relevanca que tienen la imagen y la fotografía en esta película
recuerda mucho al cine surcoreano que llega a España, thrillers en
especial. A mí particularmente, La Isla Mínima me recordó mucho
las sensaciones que tuve cuando vi Memories of Murder (Bong Joon-ho,
2003).
Una
película recomendable, sin paliativos.