IMDB: http://www.imdb.com/title/tt1971325/
Continúa esta pequeña serie de
películas de la sección oficial del 62 Festival de Cine de San
Sebastián con un cambio de registro que nos lleva a futuros
distópicos, repletos de ciencia ficción.
En Autómata, la radiación solar ha
reducido la población de la tierra y la gente se apiña en ciudades
protegidas del desierto y la radiación exterior mediante muros. Para
la construcción de esos muros, una gran empresa construye autómatas
especializados. Dichos robots están sujetos dos normas: la primera
es no hacer ni permitir hacer daño a ningún ser vivo y la segunda
es que no se pueden automodificar.
Lógicamente, y para que haya película, las cosas no funcionan como deben y le toca al agente de seguros Jacq Vaucan (Antonio Banderas)
estudiar algunos casos en los que uno de los robots ha hecho daño a un perro o se estaba automodificando. Y es durante esa investigación cuando se descubre que, efectivamente, algo raro está ocurriendo.
La estética recuerda tan poderosamente
a Blade Runner (Ridley Scott, 1982) que casi se podría considerar un plagio. El argumento
bebe sin tapujos de Asimov (en especial de "Yo, Robot" y de sus tres leyes de la
robótica) y también un poco de algunas partes "¿Sueñan los Androides con Ovejas
Eléctricas?" de Philip K. Dick que no aparecen en Blade Runner. Eso sí, en cuanto la película ha arrancado y la trama empieza a
avanzar, todo, absolutamente todo (tanto la estética, como el argumento y las interpretaciones) pierde fuelle
y la película pierde interés. De repente estamos en medio de un desierto, con unos monólogos lamentables de Antonio Banderas, y viendo algo que pretende ser un thriller de cine negro pero que a duras penas daría para un capítulo de una teleserie policíaca.
No puedo recomendar esta película. Es muy prometedora al principio del metraje, incluso perdonando las más que obvias inspiraciones, pero rápidamente
se desinfla y pierde todo su sentido.
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